La gran nube morada, me ha traído a la mente, el panorama mundial actual, en el que todo parece estar oscuro. El nubarrón que ocupa todo el cielo que veo, y que está a punto de crear una gran tormenta, es como la sociedad hacia la que nos dirigimos, una única y gran sociedad globalizada, que va a ocupar todo lo que vemos.
La ciencia nos dice que las tormentas se crean cuando hay una coexistencia próxima de dos masas de aire con diferentes temperaturas. Y es que nuestra sociedad es así. En ella coexisten de forma próxima países ricos y países pobres, países con más derechos y países con menos derechos. Países con calidad de vida, y países sin calidad.
En las tormentas el contraste térmico y otras propiedades de las masas de aire húmedo dan origen al desarrollo de fuertes movimientos ascendentes y descendentes de convección, produciendo una serie de efectos característicos, como fuertes lluvias y vientos en la superficie e intensas descargas eléctricas. Posteriormente todo se iguala, y la tormenta termina. El sol vuelve a salir, y se respira calma, sosiego, y un rico olor a húmedo.
En la sociedad, este contraste diferencial hace que también se generen fuertes movimientos migratorios de un lado a otro en busca de ese equilibrio. Muchas veces se ponen barreras artificiales para que el equilibrio no se produzca, y se crean frágiles burbujas, que con un ligero soplo desaparecen. Es como los niños que juegan con pompas de jabón que lanzan al cielo, y esperan que duren para siempre.

En esta sociedad que viene, se permite que en los países pobres se trabaje mucho y se gane poco. Incluso hay en zonas donde no se permite trabajar, con lo que cobrar está totalmente descartado.
Como las leyes de la física dictan, parece que todo tiende a igualarse y el otro día leí un artículo en el que por primera vez en china, los trabajadores se manifiestan.
Si eso se generaliza, y los pobres empiezan a soplar, las pompas de jabón que han creado unos niños ricos, se romperán. Parece los niños pobres están empezando a soplar muy fuerte, pidiendo igualdad. Los pobres serán menos pobres y los ricos serán menos ricos. A los pobres niños ricos, evidentemente no les gustará, pero hay que enseñarles a compartir. Tienen que aprender que no se pueden poner barreras eternas e infinitas con pompas de jabón en una tormenta.
Mientras tanto, la nube pequeña blanca suspendida en la distancia que observa lo que ocurre y que parece no afectarle, se pregunta... "¿hasta cuando?"