jueves, 10 de junio de 2010

Pompas de Jabón

Hoy viniendo del trabajo he visto una imagen que me ha llamado mucho la atención. Sobre el horizonte se hallaba una enorme nube que ocupaba todo el cielo. Una nube de tormenta, oscura, morada, amenazante que parecía decir a todo aquel que la viese desde la distancia, "aquí estoy, voy a explotar, y todo el que esté debajo se va a empapar. Además es posible que haga mucho ruido con mis truenos, y que lance algunos rayos que irán hacia aquello que esté mas alto, hacia aquello que sobresalga de lo demás". Justo a la altura del centro de la nube, pero separada a cierta distancia de ella, se hallaba flotando una nubecita pequeña, blanca, esponjosa, tranquila que parecía observar a la gran nube, atenta pero ajena a lo que pudiese ocurrir. "Tu haz lo que quieras, pensaba la nube pequeña, que yo estaré aquí disfrutando de esa privilegiada posición, los de abajo serán los que se mojen, no yo".

La gran nube morada, me ha traído a la mente, el panorama mundial actual, en el que todo parece estar oscuro. El nubarrón que ocupa todo el cielo que veo, y que está a punto de crear una gran tormenta, es como la sociedad hacia la que nos dirigimos, una única y gran sociedad globalizada, que va a ocupar todo lo que vemos.


La ciencia nos dice que las tormentas se crean cuando hay una coexistencia próxima de dos masas de aire con diferentes temperaturas. Y es que nuestra sociedad es así. En ella coexisten de forma próxima países ricos y países pobres, países con más derechos y países con menos derechos. Países con calidad de vida, y países sin calidad.


En las tormentas el contraste térmico y otras propiedades de las masas de aire húmedo dan origen al desarrollo de fuertes movimientos ascendentes y descendentes de convección, produciendo una serie de efectos característicos, como fuertes lluvias y vientos en la superficie e intensas descargas eléctricas. Posteriormente todo se iguala, y la tormenta termina. El sol vuelve a salir, y se respira calma, sosiego, y un rico olor a húmedo.

En la sociedad, este contraste diferencial hace que también se generen fuertes movimientos migratorios de un lado a otro en busca de ese equilibrio. Muchas veces se ponen barreras artificiales para que el equilibrio no se produzca, y se crean frágiles burbujas, que con un ligero soplo desaparecen. Es como los niños que juegan con pompas de jabón que lanzan al cielo, y esperan que duren para siempre.



En esta sociedad que viene, se permite que en los países pobres se trabaje mucho y se gane poco. Incluso hay en zonas donde no se permite trabajar, con lo que cobrar está totalmente descartado.



Como las leyes de la física dictan, parece que todo tiende a igualarse y el otro día leí un artículo en el que por primera vez en china, los trabajadores se manifiestan.


Si eso se generaliza, y los pobres empiezan a soplar, las pompas de jabón que han creado unos niños ricos, se romperán. Parece los niños pobres están empezando a soplar muy fuerte, pidiendo igualdad.

 Los pobres serán menos pobres y los ricos serán menos ricos.

 A los pobres niños ricos, evidentemente no les gustará, pero hay que enseñarles a compartir. Tienen que aprender que no se pueden poner barreras eternas e infinitas con pompas de jabón en una tormenta.



Mientras tanto, la nube pequeña blanca suspendida en la distancia que observa lo que ocurre y que parece no afectarle, se pregunta... "¿hasta cuando?"